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Los Mercados Navideños

Dicen que los mercados navideños aparecieron siglos atrás, esencialmente en Alemania y en Alsacia.

En aquellos tiempos se celebraban ferias de San Martín o de San Nicolas. Pero con el tiempo y con la idea de reducir la importancia de los santos, fueron bautizados mercados de Navidad.

Si la historia del mercado de Estraburgo empezó en 1570, los mercadillos parisinos son mucho más recientes y casi todos forman parte de un renacimiento puramente comercial entablado en los años 1990.

 

Eso explica en gran parte que París no tenga UN gran mercado navideño sino una colección de pequeñas instalaciones que aparecen en las aceras de la capital a principios de diciembre.

Algunos de estos mercadillos se repiten varios años. Otros como el que instalaron al lado de la fuente de los Inocentes, no encuentran su público y desaparecen sin ruido.

 

El mercadillo más prestigioso es el que instalaron en los Campos Eliseos y cuya creación se remonta a ... ¡2008!

Pero también existen otras instalaciones creadas ya desde varios años y que se repiten tranquilamente.

Uno de estos mercados se halla al pie de la abadía de Saint Germain des Prés. Presenta la ineludible fila de casitas de madera pero también cuenta con varias animaciones y al estar en una zona con mucho paso, encontró la clientela necesaria para perdurar.

El mercadillo de la plaza de la Nación no tiene el mismo encanto pero como contribuye a la animación festiva de un barrio algo dormido, también perdura.

 

Uno de los mercados que más me gustó es el que instalan en una gran carpa blanca delante de la Estación del Este.

Dedicado a los productos de Alsacia, permite comprar el Foie Gras de esta región y el vino blanco que acompaña : el Gewurztraminer.

Pero el que preferí es el mercadillo de la plaza Saint Sulpice.