Este asombroso
triptico realizado por el pintor americano Edwin Abbey representa
la Natividad en la parte izquierda, la Crucifixión en
el centro y la aparición del Cristo a Maria Magdalena
tras la Resurreción en la parte derecha.
Si estas pinturas
de por sí son bastante bonitas, me impresionó
la parte superior del retablo y la delicadeza de su dibujo.
Pero eso no es el
único tesoro de esta catedral.