A pesar de su nombre,
el Puente Nuevo es el puente más
antiguo de París.
Su construcción
fue decidida por Enrique III y empezó al final del siglo
XVI. Pero como tardó casi 30 años, al final el puente
fue inaugurado al principio del siglo XVII por el rey Enrique
IV.
En aquel entonces era
el primer puente de piedra sin casas y proporcionando aceras para
los peatones. De tamaño relativamente impresionante fue
adoptado enseguida por los parisinos como espacio
de tránsito, de paseo y de comercio.