Su único arco
mide más de 100 metros y el examen de su estructura metálica
por debajo da una idea de la complejidad del problema resuelto
por los ingenieros : una curva ligera que deje paso para los barcos
y no tenga mucha altura.
El otro elemento muy
particular del puente Alexandre III es su colección de
candelabros.
Dispuestos en la barandilla,
ventiocho faroles de bronce con tres globos y un diseño
rebuscado acompañan al paseante.
Pero el puente no tendría
tanta fama sin las esculturas que
completan su decoración.
