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Los Pasajes de la Calle Richelieu

Las calles de Richelieu y de Montpensier son paralelas al lado Oeste de los jardines del Palacio Real.

En el boceto inicial del palacio, la estrecha parcela separando las dos calles era dedicada a la construcción de unos pabellones idénticos, asomando en la calle de Richelieu pero sin apertura hacia el jardín.

En el siglo XVIII, los propietarios de las 25 casas que ya existían, empezaron a crear ventanas y escaleras que daban un acceso directo al jardín.

Pero este privilegio se acabó con la construcción de las galerías del Palacio Real y la creación de la estrecha Calle de Montpensier.

 

En la calle de Richelieu, la mayoría de estos pasajes se esconde detrás de puertas como la del número 18.

En la calle de Montpensier algunas entradas se ubican más fácilmente.

El Pasaje Richelieu es probablemente el más representativo de las costumbres iniciales.

Si pasas por la Calle de Montpensier, entras en un primer edificio, atraviesas un vestíbulo y al final sales por la puerta del número 18 en la calle de Richelieu.

 

El paseante atrevido todavía puede meterse en el Pasaje Richelieu pero eso ya no es posible con otros pasajes totalmente privados.

Por suerte, todavía existen dos pasajes abiertos, probablemente porque albergan tiendas.

El primero se llama el Pasaje Baujolais y una placa señala su entrada en la Calle de Richelieu.

El segundo es el Pasaje Potier y si no estás atento al recorrer la Calle de Richelieu, te lo perderás.