La más importante de estas galerías anejas es probablemente el Pasaje Montmartre.

Perpendicular al tramo principal, tiene un estilo mucho más sobrio y desemboca en la calle Montmartre.

Es el campo tranquilo de los coleccionistas de postales, sellos y tarjetas de teléfonos, muy lejos de la agitación del bulevar.

La Galería des Variétés es otro trozo perpendicular al tramo principal.

Fue creada cuando el Teatro des Variétés se instaló en la manzana y tiene un estilo muy parecido al Pasaje de los Panoramas.

El teatro tiene su entrada principal en el Bulevar y la galería alberga la entrada de los artistas y de la administración.

En frente de este punto estratégico encontrarás un restaurante en donde puedes cenar mientras contemplas la llegada de los artistas...

La última galería se llama Galería Feydeau y es paralela al tramo principal.

Es un espacio raro que parece abandonado y por donde no pasa ni un gato pelado, ni siquiera entre semana.

Los escaparates tapados y la ausencia de letreros dan la sensación singular de penetrar en un barbecho urbano.

Pero podemos confiar en los especuladores : un día recorderán este sitio apartado e inventarán algo para remodelarlo...

De momento, mejor vale seguir hacia otro pasaje...