Hoy en día,
este barrio esencialmente residencial conservó su caracter
de siempre y ahora forma parte de varios circuitos
pedestres reservados a los enamorados de la Ciudad de las Luces.
Si los dueños
de las casitas ya no forman parte de las clases populares, la
mayoría mantiene su vivienda con cuidado y cuando uno
mira detenidamente, nota muchos detalles escogidos que contribuyen
al encanto de este lugar.
Resulta casi imposible
pasear por esta zona sin convertirse en soñador en
busca de la casa ideal.