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Cité Lemercier

La Cité Lemercier se esconde detrás de une puerta anódina, en el número 28 de la Calle Lemercier.

 

Es una callecita adoquinada, cuya tranquilidad contrasta con la agitación del barrio de Clichy.

Los primeros jardines son protegidos de las miradas indiscretas por yedra. Pero al final de la callecita, algunos se dejan ver y te invitan a imaginar un arte de vivir.

 

Uno de los edificios se destaca por sus relieves de yeso y sus pequeñas estatuas. Pero si miras detenidamente encontrarás un montón de detalles bonitos.

 

Dicen que el cantante Jacques Brel vivía en este lugar cuando era joven y pelado. Dicen también que conservó la habitación que tenía casi toda su vida sin siquiera visitarla.

Quizás por la sensación de paz que uno siente en este lugar.

El mejor momento para perderse allí es cuando las rosas florecen...