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La Loma Bergeyre

Si lo primero que contemplas es el presupuesto, esta casa pequeña con garaje incluido te llamará la atención.

Pero si también necesitas mucho sol, buscarás otra posibilidad.

 

Si la vida parisina te provoca ansias de naturaleza, contemplarás con interés esta casa escondida detrás de una pared vegetal.

Pero si no tienes buena mano con las plantas seguirás tu camino.

 

Y ya que se trata de sueños, yo me quedo con la casa atalaya y su estupenda perspectiva sobre la Ciudad de las Luces.

Pero confieso que el sobrio paralelepípedo de hormigón apoyado sobre pilotes de la casa Zilvelli no me deja indiferente.

Pero a veces es preciso dejar de soñar y seguir caminando.

 

Una manera de dejar la cumbre de la loma consiste a probar una de los tres escaleras y escogí la que se halla en la esquina de las calles Georges Lardennois y Barrelet de Ricou.

Aquí el desnivel se mide en número de pisos.

 

Al pie de la escalera el maniquí blanco de Jérôme Mesnager persigue pájaros huyendo hacia el cielo mientras retomas el aliento con perplejidad : ¿Como hacen los de la loma cuando vuelven del avituallamiento o cuando olvidaron de comprar pan?

Pero desde la otra acera un fresco te llama la atención y borra estas consideraciones alimenticias.