El primer tramo empieza
en la esquina de la calle de Lyon y de la avenida Dausmenil en
donde una escalera permite acceder a la parte superior del Viaducto
de los Artes.
Desde allí uno
puede observar los diferentes edificios
que los arquitectos sembraron a lo largo del viaducto y comparar
los estilos.
Pero este camino que
se halla al nivel de las terceras plantas proporciona una
vista relativamente indiscreta hacia algunas viviendas y en
algunos puntos, casi puedes controlar si arreglaron el cuarto
del niño.
También descubres
el jardín Hector Malot cuyas tres terrazas más abajo
del viaducto coronan un parking de siete niveles.