El circuito pasa luego
por la plaza de la Bastille
en donde el autobus estaciona un rato.
Eso deja tiempo para
admirar la columna y su genio o la nueva Ópera. También
permite inventariar las terrazas de cafés y definir la
más atractiva.
El itinerario sigue
rumbo a la estación de Lyon antes de cruzar el Sena para
regalar un vistazo hacia el Jardín
de las Plantas y la estación de Austerlitz.
Luego sigue la orilla
izquierda hasta la Gran Biblioteca.
Este tramo resulta
relativamente atractivo si te interesan los proyectos arquitectónicos
porque deja ver varias realizaciones acertadas.