ociosos

La Doña del Palacio Real

Ese día hacía de guía con un amigo mexicano. Habíamos sacado las bicis y quería llevarle a tomar el café de la mañana cerca del Palacio Real.

No conocía estos jardines así que entramos por un pasaje lateral.

La Doña dormía, tumbada en el suelo, al lado de todos sus bienes, amontonados en una carretilla de supermercado.

 

Dormía confiada dejando sus bienes bajo la protección de la gente del día, la que es integrada y no vive en la calle...

¿Quién, entre esa gente del día, le robaría algo?