Luego, el municipio
de Saint-Ouen empieza a organizar el barrio y eso se concretriza
de varias maneras: publican los primeros reglamentos de los mercados,
adoquinan las calles principales y en algunas crean aceras. Pero
todo eso tiene un precio y a partir de 1891 los comerciantes tienen
que pagar una tasa para poder ejercer.
Al principio del siglo
XX, varios periódicos publican reportajes sobre el mercado.
Sugieren que en medio de este caos, algún coleccionista
experto encontró piezas excepcionales. Entonces el sitio
se puso de moda y empezó a atraer cada día más
visitantes.
A partir de los años
1920 es cuando varios propetarios de terrenos crearon los primeros
mercados: Vernaison, Malik y Biron.
Las Pulgas siguieron
extendiéndose y en 1938 crearon el Mercado Jules Valles.
Ahora ocupan siete
hectáreas, cuentan 2500 tiendas y si parecen soñolientas
entre semana, acogen cada
fín de semana más de 100.000 visitantes (Abren los
sábados, domingos y lunes, de las 10 a las 18).
Era preciso protegir
este lugar especial y en 2001 es cuando el Mercado de las Pulgas
fue declarado "Zona de Protección del Patrimonio Arquitectural
Urbano". Eso significa que cualquier transformación
tendrá que respetar la identidad del sitio y limita los
ataques de la especulación inmobiliaria.