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Notre Dame

Existen varias maneras de visitar Notre Dame.

Uno puede considerar la catedral como el objetivo de una peregrinación y aquí encontrará una zona dedicada al recogimiento y a la oración.

Pero la mayoría de los visitantes viene esencialmente a admirar un edificio de varios siglos.

A veces uno tiene que merecer la visita y aguantar una larga cola. Pero la catedral está abierta todos los días entre las 8 y las 19 y uno siempre encuentra un rato más tranquilo.

 

La primera cosa que impresiona, nada más entrar, es el tamaño de la nave: tiene 130 metros de largo, 48 metros de ancho y 35 metros de alto.

Todo el peso de la construcción se apoya en la parte exterior y eso explica el volumen de la nave y la luz que la ilumina.

Para que tengas una idea, dicen que la catedral puede acoger más de 6000 personas.

 

Detrás del altar mayor, uno puede admirar una Pieta realizada por el escultor Nicolas Coustou (1658-1733).

Es una de las esculturas más interesantes de la catedral y representa una bajada de la Cruz.

Está instalada en un zócalo escultado por François Girardon (1628-1715)

 

El coro está rodeado de un muro de piedra que lo aisla del ruido.

En este muro, una sucesión de esculturas de Jean Ravy representa escenas de la vida de Jesus y Maria. Son del principio del sigle XIV.

¿Seguimos la visita?