La presencia de la
publicidad en el metro ya es una larga historia.
Si la invasión
cotidiana de la publicidad fastidia, es otra historia con las
viejas publicidades reveladas por una sesión de obras en
el metro o descubiertas al visitar una estación en desuso.
Antaño
las publicidades no eran carteles impresos en papel cambiados
cada dos por tres.
Antaño las publicidades
eran composiciones de cerámicas, algunas con relieves,
y tenían cierta perennidad.
Descubrí una
serie de publicidades antiguas por casualidad.
Vestidos de piel,
desodorante desinfectante,
lejía,
almidón de maíz,
...
Todas estas imágenes
evocan los estilos de vida de los años cincuenta.
Pero también
son huellas de la historia de la publicidad a lo largo de los
años.
¡Ojalá
no sean lastimadas por algunos graffiteros descerebrados!