Durante muchos años,
fue la estación más cercana al Museo del Louvre
y en 1968 fue cuando el Ministro
de la Cultura André Malraux decidió transformarla
en antecámara del museo.
Entonces recubrieron
las paredes con piedra de Borgoña, semejante a la que
se ve en el museo.
Cavaron nichos para
alojar vitrinas presentando esculturas
y estatuas e instalaron varias copias de obras expuestas en
el museo.
La estación
conservó su papel de antecámara durante una veintena
de años. Pero en 1989, con la inauguración de
la pirámide de Ieoh Ming Pei, la entrada principal del
museo fue trasladada a otro sitio y el título de estación
más cercana al museo fue otorgado a otra estación.