En la esquina de las calles Perrée y Paul Dubois se halla un edificio diseñado por los arquitectos Barbaux y Bauhain.

No destaca por su estilo arquitectónico sino por el inmenso reloj de sol que decora una parte de su fachada Sur-Oeste.

Este reloj, probablemente el más grande de París, se estira entre la segunda y la sexta planta y fue realizado por el escultor Jules-Louis Rispal...

La parte superior representa un cielo con algunas nubes.

Los rayos sugieren la presencia del sol pero el astro no se ve.

En la parte lateral, alguna divinidad tutelar parece vigilar el espacio.

Por debajo del cielo, la escultura representa a una joven mujer. El viento la libró de su vela y ya puede aparecer.

Se llama Aurora y representa el sol al amanecer.

Cuando ya apareció el sol, es preciso aprovechar el día.

El reloj señala las horas entre las 10 de la mañana y las 8 de la noche.

Las líneas son grabadas en la piedra y la extremidad del estilete es una pequeña estrella.

Pero hasta las mejores cosas tienen un final y cuando se acaba el día es preciso descansar un poco.

Al anochecer, Doña Crepúsculo se prepara a dormir y para eso empieza a esconderse detrás de su vela.

Seguiremos de puntillas...