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La Fuente Palatina

La fuente Palatina se ubica en la calle Garancière, una pequeña vía que camina entre el palacio del Lujemburgo y la iglesia Saint Sulpice.

Creada en 1715, fue una donación de la princesa palatina Anna de Baviera.

En aquel entonces, el tema del agua era un verdadero problema. París ya contaba 800.000 habitantes y sólo disponían de 4600 metros cúbicos al día, lo cual significa menos de 6 litros por persona...

Entonces disponer de una fuente extra, incluso alimentada por el rebosadero del estanque del Lujemburgo, no era anódino.

 

Con el consentimiento del prefecto y de los ediles, la serenísima princesa ANNA PALATINA de Baviera (...) quiso, a su cargo, que aquí corriera agua para los ciudadanos.

 

La fuente se apoyaba en las paredes de las dependencias del hotel del pequeño Lujemburgo y desapareció cuando los derribaron.

Pero fue reconstruida en 1913 cuando levantaron un nuevo edificio.

La fuente sigue funcionando y regala un suave murmullo a esta calle discreta.