La fuente Palatina
se ubica en la calle Garancière, una
pequeña vía que camina entre el palacio del
Lujemburgo y la iglesia Saint Sulpice.
Creada en 1715, fue
una donación de la princesa palatina Anna de Baviera.
En aquel entonces,
el tema del agua era un verdadero problema. París ya contaba
800.000 habitantes y sólo disponían de 4600 metros
cúbicos al día, lo cual significa menos de 6 litros
por persona...
Entonces disponer de
una fuente extra, incluso alimentada
por el rebosadero del estanque del Lujemburgo, no era anódino.