París está
rodeada de colinas.
A partir de la Edad
Media se empezaron a explotar varias canteras al pie de estas
colinas y así es como podemos decir hoy en día que
el subsuelo de esta Ciudad es un auténtico queso de Gruyère.
Lo que llamamos catacumbas
son en realidad las antiguas canteras de la Tombe Issoire.
Una parte de estas
canteras fue habilitada y uno puede visitarla.