En esa época
organizaban una exposición sobre China y habían
decorado el patio central con una cantidad inverosímil
de linternas rojas.
La decoración
cambia según el tema del momento pero a partir de la cuarta
planta ya no puedes admirarla ya que las plantas superiores dan
sobre la parte exterior de la cúpula.
Sin embargo merece
la pena seguir subiendo ya que te espera el séptimo cielo
en la séptima planta donde descubriras una terraza y una
estupenda vista panorámica sobre los tejados de París...