Las manzanas son bastante
amplias y esconden en su centro pasillos, patios, construcciones
bajas, talleres... reservadas al iniciado.
Pasear por estos patios
es un sin fín de sorpresas.
En la calle ves un
edificio ordinario. Al final del patio algo que se parece a una
casa de campo. En medio de todo eso, algunas construcciones heteróclitas
sirven de talleres para los artistas o de viviendas para estos
burgueses bohemios siempre atentos a la última moda.