Destaca en esta zona
residencial de callecitas peatonales y casas pequeñas,
alejada de los circuitos usuales de ocio.
Si te atreves a entrar
lo primero que ves es un bar acogedor. Se sabe de inmediato que
estás en un sitio mexicano por las cervezas y por la tequila.
Un rato en la barra
para tomar algunas copas y ya es hora de pasar a la sala.
Es un espacio grande
y para decorarlo se inspiraron de las cantinas que uno encuentra
al sur de El Paso.