alampándose

Los Experimentos de Arnaud Larher

Descubrí a Arnaud Larher poco despues de la apertura de su primera tienda cuyo nombre "le peché mignon" resulta difícil traducir.

Este nombre no sólo era un acierto sino también una invitación a cultivar cierto epicureísmo saboreando los productos de su estupenda pastelería.

 

En aquel entonces solía pararme en su tienda de vez en cuando para saciar mis ansias de chocolate. Pero la tienda fue trasladada y me costó trabajo localizarla.

Ahora se halla en el número 53 de la calle Caulaincourt y si ya no tiene este nombre que tan me gustaba, las tentaciones perduran en los mostradores de la nueva pastelería.

Al lado de los pasteles de chocolate que tan apreciaba, Arnaud Larher perfeccionó su dominio de los macarrones hasta conseguir varias distinciones.

También diseñó varias asociaciones originales de sabores y en 2007 fue cuando consiguió el título de "Mejor Obrero de Francia".

 

Si el vasito con fresa y amapola no me convenció, apunté definitivamente la flor de chocolate en la lista de mis preferidos.

Praliné, chantillí gianduja, crema quemada de chocolate y trocito de pan de especias, la yuxtaposición resulta riquísima y el toque crujiente es todo un acierto.

 

El recorrido de Arnaud Larher le dió la oportunidad de trabajar unos años con Pierre Hermé y se nota la misma exigencia en la elección de los productos.

Si con algunos pasteles proporciona el mismo placer que el maestro, con otros se nota que todavía está madurando.

Al frecuentar la tienda regularmente uno constata las evoluciones y eso añade algo de emoción a la degustación.

 

Y esta página no sería completa si no mencionara la sonrisa cómplice de Doña Larher cuando compro un pastel extra, generalmente un moelleux de chocolate, "para el camino".

Como bien dice:
"¡No se cambian las buenas costumbres!"