alampándose

El Mercado "bio" de Batignolles

Las frutas, por ejemplo, no tienen los colores artificiales que notas en cualquier supermercado.

Conllevan un no-sé-que de "los recogí en el huerto de mi abuela" que tiene encanto. Pero otra vez confieso que no me atreví a averiguar si tienen efectivamente el sabor de las frutas de siempre...

 

También me impresionó la variedad de ensaladas y de yerbas aromáticas de todas clases.

Por cierto, soy totalmente incapaz de poner el nombre adecuado para cada variedad pero mola saber que cuando te canses de la lechuga siempre podrás venir aquí para probar otros sabores...

 

El único problema es él de los precios. Cuando comparo con el mercado de mi barrio, entiendo porqué aquí crucé esencialmente gente de cierto nivel social...

Ambiente tranquilo, cortesía refinada, nada que ver con Barbes y su muchedumbre abigarrada.

Pero eso es otra historia...