alampándose

El Mercado de Barbes

El mercado de Barbes es uno de los que más me gusta.
Quizás por la mezcla de poblaciones que uno cruza aquí.
Quizás porque el tiempo tiene en este barrio un toque africano que me viene bien.
Da igual, no pretendo ser objetiva.

Europeos de las clases populares, árabes de segunda o tercera generación, africanos recién llegados...
Gente sin pretención que se codea en este mercado porque es probablemente uno de los más baratos de París.

 

Se halla debajo de la parte aerea de la línea de metro número 2 y funciona entre las 8 y las 13, los miercoles y los sábados.

Aquí uno encuentra esencialmente frutas, verduras y algunas especias. Pero en la parte Este de la instalación también venden tejidos y ropa.

A partir de las 12, se transforma en un mar de gente y caminar por el paso central se vuelve todo un arte.

 

A esta hora, los sábados, cruzas los despistados que acaban de amanecer y los avisados que bien saben que hay ofertas extras cuando se acerca la hora del fín del mercado...

Ni te cuento el contraste.

 

Mezcla de razas, de culturas y de supersticiones...

Aquí algunos piensan que si les sacas una foto les quitas una parte del alma, otros consideran la cajita mágica como un invento del diablo...

Por más furtivamente que pasé, me notó un viejo moro y lo único que me libró de su eterna maldición fue el buen diablo que me regalaron algunas africanas.

¡Sincretismo cotidiano!